En 1955, Robert Kiyosaki otorgó una entrevista para un
periódico. La reportera le dijo: “Algún día seré una autora de betsellers como
usted”. Kiyosaki había leído varios artículos de ella y lo habían
deslumbrado, ya que se apoderaba del interés del lector.
Robert le preguntó qué le impedía lograr su sueño, ella
respondió que las personas creen que sus novelas eran excelentes, pero
nada pasaba, y por eso continuaba trabajando en el
periódico. Kiyosaki le sugirió que asistiera a un curso de
capacitación para ventas, que eso le ayudaría. Sin embargo, la periodista se ofendió
porque se consideraba una profesional, tenía un doctorado en literatura inglesa
y había ido a la universidad para formarse en una profesión, con el fin de no
ser una vendedora.
Kiyosaki le señaló una observación. Entre las anotaciones que la reportera
tenía en su libreta, ella había apuntado: “Robert Kiyosaki, autor de los libros
más vendidos”. No decía “autor de los libros mejor escritos”. El autor le
comentó que en verdad, él era un escritor muy malo, pero había ido a la escuela
de ventas. Sin embargo, la reportera guardó sus notas y se retiró ofendida por
el consejo de “aprender a vender”.
Robert Kiyosaki aclara que no es
suficiente tener un gran talento.
Continuamente se sorprende de lo poco que ganan las personas
talentosas. Si esta gente desarrollara su Inteligencia
Financiera (relación entre contabilidad, inversión, mercadotecnia y
legislación), sus ingresos aumentarían considerablemente. Pero la
razón por la que muchas veces continúan con problemas financieros toda su vida,
es porque saben muy poco o nada sobre sistemas de negocios. Se centran en
perfeccionar sus habilidades, en lugar de mejorar su habilidad para vender.
El autor se pone en el lugar de la joven periodista, y dice que si él
fuera ella, haría cursos sobre ventas y publicidad. En lugar de trabajar
en un periódico, trabajaría en una agencia de publicidad. Aún si el salario
fuese menor. A la par que aprendería, escribiría su novela, y de esa forma
podría transformarse en una “autora de bestsellers”.
La opinión pública defiende la idea de la “especialización”.
Consideran que las personas necesitan especializarse, y de esa manera obtendrán
más dinero o un ascenso. Su Padre educado adhería a esa idea, por eso había
logrado su doctorado. Su Padre
rico en cambio, alentaba a Kiyosaki a hacer lo contrario:
“Saber
un poco acerca de mucho”.
Por esta razón, Robert trabajó durante varios años en distintas áreas
de las compañías de su Padre Rico.
En el momento en que Kiyosaki abandonó su empleo bien pagado
en Standard Oil, su padre educado tuvo una charla con él. No podía entender la
decisión de Robert de renunciar, ya que ese trabajo le ofrecía un sueldo alto,
muchos beneficios, tiempo libre y posibilidad de ascensos.
“La
seguridad en el empleo era lo más importante para su Padre educado. El
aprendizaje era lo más importante para su Padre rico”.
Su Padre educado pensó que Robert había ido a la escuela para
formarse como oficial de navío. Su Padre rico, sabía que en realidad lo
hacía para estudiar comercio internacional. Su Padre educado no comprendía
porqué Kiyosaki había renunciado y se unía al Cuerpo de Marines. Su
hijo le explicó que era para aprender a volar, pero en verdad, deseaba aprender
a comandar tropas. Su Padre rico le
había enseñado que la parte más compleja de dirigir una compañía, era
manejar al personal. El liderazgo es
lo que necesitaría aprender.
Luego, Kiyosaki encontró empleo en la compañía Xerox. Se
incorporó ahí, debido a que contaban con uno de los mejores cursos de capacitación en ventas. Robert se
consideraba una persona muy tímida, y aunque la idea de vender lo atemorizaba, estaba dispuesto a aprender. Trabajó
allí durante cuatro años, venció su miedo de ser rechazado y logró permanecer
entre los cinco mejores vendedores.
En 1977 Robert Kiyosaki formó su primera empresa. Fabricar
carteras de nailon y velcro en Oriente y enviarlas a Nueva York. Era el momento
de probar lo aprendido.
“Mi
Padre rico pensaba que era mejor quebrar antes de cumplir 30 años. Todavía
tienes tiempo para recuperarte”.
El autor, recomienda:
“Que
los jóvenes busquen un trabajo de acuerdo con lo que puedan aprender, más que
según lo que ganen. Usted debe ver a distancia qué habilidades debe adquirir
antes de escoger una profesión específica y quedar atrapado en la carrera de la
rata”.
Sugiere que las personas miren el futuro de sus vidas y que cuestionen
hacia dónde se están dirigiendo. En lugar de trabajar por dinero y seguridad, propone que busquen un segundo empleo que
les enseñe otra habilidad.
Lección seis: La educación, a
largo plazo, es más valiosa que el dinero.
Si pese al consejo, algunos deciden hacer lo que la escuela recomienda
e insisten en especializarse, Kiyosaki sugiere entonces trabajar en
una compañía que tenga un sindicato para su protección, ya que los
sindicatos fueron planeados para proteger a los especialistas. La regla sería:
“Obtenga
una alta especialización e ingrese a un sindicato”.
Su Padre educado jamás creyó que la sobreespecialización, fue
la causa de la necesidad de protección de los sindicatos. Cuanto más se especializa la gente, más
atrapados y dependientes son de su especialidad.
Principales habilidades
administrativas necesarias para el éxito:
1- La administración del flujo de efectivo.
2- La administración de sistemas (incluyéndote a ti mismo y al tiempo con tu familia)
3- La administración del personal.
2- La administración de sistemas (incluyéndote a ti mismo y al tiempo con tu familia)
3- La administración del personal.
Las habilidades especializadas
más importantes:
1- Las ventas
2- La comprensión de la mercadotecnia. (Marketing)
2- La comprensión de la mercadotecnia. (Marketing)
Kiyosaki explica también, que las habilidades
de comunicación, son fundamentales para una vida de éxito. Su Padre
rico también le enseñó, la importancia de lo que hoy en día se conoce
como sinergia de especialidades
profesionales. Trabajar con personas más inteligentes que uno mismo, y
lograr que esas personas trabajen como equipo. Asegura que:
“Para
ser verdaderos ricos, necesitamos ser capaces de dar, así como de recibir.”
Sus dos padres fueron generosos, la enseñanza era una de sus formas de
dar. Cuanto más daban, más recibían. Su
Padre rico donaba mucho dinero a los demás.
La ley más importante del
dinero:
“Da
y recibirás”.
Kiyosaki termina este capítulo, contando que finalmente se convirtió en sus dos padres. Una parte de sí, era un
capitalista que adoraba el juego del dinero. La otra parte, era la de un
maestro con conciencia social que está preocupado por la gran brecha en aumento
entre los que tienen y los que no, y acusa como responsable de esta situación
al arcaico sistema educativo.
¡Sé Libre!
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