Existe un concepto que es el de la parálisis por análisis. Hay que
pensar en cómo hacer las cosas, pero una vez se haya decidido hay
que enfocarlas para sacar un resultado. Poned el talento en el lugar
donde os dé más rendimiento. Pensad en qué les pedirá el cliente.
Vosotros mismos lo sois. Imaginad qué quisieran de una empresa
como la vuestra. Pero sobre todo esforzaos por mejorar lo que no
tenéis. Si no, podríais acabar como un tenista que entrena las cuestiones
que ya domina. Sin avanzar.
Hazte una auditoría cada mes para ver si estás enfocado al valor
con estos cuatro sencillos pasos:
Si no estuviéramos haciendo esto, ¿empezaríamos a hacerlo ahora?.
¿Cómo contribuye al resultado cada cosa qué hacemos?
¿Está la gente dedicada a lo que queremos?
¿Están las retribuciones alineadas con los objetivos?
¡Sé Libre!
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