domingo, 26 de abril de 2015

P04 - Usted es demasiado VIEJO para LLORAR, pero DUELE demasiado como para REÍR


«El miedo hace realidad aquello a lo que uno le teme».

«Un momento de triunfo consciente hace que uno sienta que después de esto nada realmente importa; un momento de desastre consciente lo hace a uno sentir que es el fin de todo. Pero ni el sentimiento es real ni el suceso es lo que pareciera ser».


CUANDO EL FRACASO ATACA EL CORAZÓN
Demasiadas personas en el día de hoy. Dejan que los fracasos afecten emocionalmente lo mejor de ellos y les impida seguir esforzándose por alcanzar sus sueños.
Digámoslo de una vez. El fracaso puede ser muy doloroso, a veces física y, con más frecuencia, emocionalmente. Ver irse al suelo parte de su visión realmente duele. Y si por sobre eso la gente lo ridiculiza, usted se sentirá aun peor. El primer paso realmente importante en controlar el fracaso es aprender a no personalizarlo sobre la base de saber que su fracaso no lo hace a usted un fracasado. Pero hay aún más que eso.
Para muchas personas el dolor del fracaso las lleva a temer el fracaso. Y llegan a ser como aquella persona que dice: «Soy demasiado viejo para llorar, pero el dolor es muy grande como para reír». Así es como muchas personas se quedan atrapadas en el ciclo del miedo. Y si el miedo lo vence a usted, es casi imposible transformar los fracasos en triunfos.


UN CICLO QUE USTED NO QUERRÁ EXPERIMENTAR
Experiencias negativas previas hacen que la persona desarrolle un temor al fracaso que da inicio al ciclo.

El temor al rechazo crea inacción. Y al no actuar, la persona no adquiere experiencia en tal situación, que es la clave para aprender y vencer obstáculos futuros. La falta de experiencia crea la incapacidad de desenvolverse en situaciones similares. Y eso, finalmente, crea y aumenta el temor. Mientras más tiempo se mantiene el miedo, más difícil será romper el ciclo.


EL MIEDO AL FRACASO DETIENE LOS ESFUERZOS POR
SALIR ADELANTE
La inacción que resulta cuando las personas caen en el ciclo del temor toma diversas formas. A continuación tres de las más comunes que he observado:

1. Parálisis
Para algunas personas, el temor al fracaso provoca una parálisis casi absoluta. Dejan de tratar de hacer cualquier cosa que pueda llevarles al fracaso. La gente cuyo miedo los paraliza renuncia a toda esperanza de salir adelante.

2. Indecisión
Otras personas mantienen la esperanza de superar los fracasos pero nunca se deciden a hacerlo. Alguien llamó a la indecisión el abono que hace crecer las dificultades. La indecisión le roba a la persona su tiempo, su productividad y su potencial. Indecisión es un precio demasiado alto a pagar por temor al fracaso.

3. Falta de propósito
No hay nada más inútil que alguien que llega al fin del día y se felicita, diciendo: «Bien, pasé el día sin ningún contratiempo». Es lo que hacen muchas personas que le tienen miedo al fracaso. En lugar de ir tras objetivos dignos, evitan el dolor de cometer errores. Y en medio de ese transcurrir pierden de vista cualquier sentido de propósito que alguna vez pudieron haber tenido.

Al tenerle miedo al fracaso y a la inactividad que esto produce, una persona en el ciclo del miedo exhibe efectos colaterales negativos adicionales:

• Autocompasión. Siente pena de sí misma. Y a medida que el tiempo pasa, va asumiendo menos responsabilidad por su inactividad y empieza a pensar de ella como una víctima.
• Excusas. Una persona puede caer varias veces pero no será un fracasado sino hasta cuando diga que alguien lo empujó. De hecho, la persona que comete una falta y luego se excusa, está añadiendo una segunda falta a la primera. Se puede romper el ciclo del miedo cuando se asume personalmente responsabilidad por la inacción.
• Energía desperdiciada. El miedo está dividiendo constantemente la mente y haciendo que una persona pierda el enfoque. Si va en demasiadas direcciones a la vez, no va a llegar a ninguna parte. Se le puede comparar al conductor que aprieta el acelerador con el automóvil en neutro.
• Desesperanza. Si se les deja desarrollarse tranquilamente, el miedo y la inacción continuos roban la esperanza.


ROMPER EL CICLO
A menudo la gente que quiere salir del ciclo del miedo pasa tiempo sintiéndose culpable por su incapacidad de cambiar. Pero una de las razones para estar atrapados en el ciclo del miedo es que concentran su energía en la parte equivocada del mismo. Como saben que algo que mantiene activo el ciclo es su miedo, creen que tienen que eliminarlo para salir de este. Pero la gran mayoría de las personas no pueden hacerlo. No se puede evitar tener miedo. Ninguna poción mágica lo va a hacer irse. Y no se puede esperar estar motivado para seguir adelante. Para conquistar el miedo, la persona tiene que sentirlo y aun así, actuar.

La motivación no se va a producir de repente, como cuando se enciende una luz. Y la motivación no es algo que alguna otra persona, enfermera, médico, un familiar, pueda concederle o forzar en usted. Toda la idea de motivación es una trampa.
Olvídese de la motivación. Solo hágalo. Haga ejercicios, pierda peso, controle el azúcar en la sangre o lo que sea. Hágalo sin motivación y luego, adivine qué. Después que usted empiece a hacer cosas, entonces es cuando aparece la motivación y hace que le resulte más fácil seguir haciendo lo que empezó.

La motivación es como el amor y la felicidad. Es un subproducto. Cuando usted está activamente involucrado en hacer algo, ella se desliza y se mete en usted cuando menos lo espera.

«Es más fácil que usted active a sus sentimientos, que estos lo hagan entrar en acción». ¡De modo que actúe! Sea lo que sea que tenga que hacer, hágalo.


EMPIECE A MOVERSE, IMPÚLSESE, COMETA ERRORES, SIGA ADELANTE
Si usted puede entrar en acción y se mantiene cometiendo errores, estará ganando experiencia.
Esta experiencia producirá competencia, y la persona cometerá menos errores. Como resultado, su miedo será menos paralizante. Pero todo el proceso de romper el ciclo comienza con la acción. Uno debe empezar a actuar hasta sentir, y no esperar a sentir emociones positivas para entonces ponerse en acción.

Si para usted siempre ha sido difícil transformar sus fracasos en victorias, entonces tiene que empezar a moverse. No tiene importancia lo que lo haya detenido o por cuánto tiempo se mantuvo inactivo. La única manera de romper el ciclo es enfrentar su miedo y entrar en acción, aun cuando esto parezca pequeño o insignificante.




Su cuarto paso hacia el lado positivo del fracaso:


Entre en acción y reduzca su miedo

  • ¿A qué objetivo esencial para su éxito teme enfrentar más en este momento?Escríbalo:...................................................................................
La única forma de mantenerse avanzando es enfrentar el miedo y ponerse a caminar.
  • Anote a continuación todos sus miedos asociados con la actividad: ...................................................................................

Examine su lista y acepte el hecho que usted tiene miedo. Decida qué primer paso puede dar para empezar a moverse en su intento de alcanzar tal objetivo. No importa si es pequeño o grande. Solo hágalo. Si fracasa, inténtelo de nuevo. Siga intentando dar el primer paso. Luego decida cuál es el siguiente paso.

Recuerde, es casi imposible poner en acción sus sentimientos. Póngase en acción usted y sus sentimientos seguirán su ejemplo. La única manera de vencer el miedo es entrando en acción.

Pasos hacia el lado positivo del fracaso:
1. Reconozca que hay una gran diferencia entre las personas mediocres y las que triunfan.
2. Aprenda una nueva definición de fracaso.
3. Elimine el «yo» de sus fracasos.
4. Entre en acción y reduzca su miedo.


«Una vida usada cometiendo errores no solo es más honorable, sino que es más útil que una vida usada no haciendo nada».



¡Sé Extraordinario!

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