jueves, 29 de agosto de 2013

LAS LIMITANTES

Muchos de nosotros estamos buscando aprender sobre inversiones, y eso está GENIAL!! ...sin embargo hay algo que tenemos que dejar bien en claro y es que aquel que no posee la habilidad de VENDER, no puede ser rico. He aquí algunas de las lecciones acerca de las ventas para adquirir esta habilidad:


1. ¡Debes ser capaz de vender, si quieres comprar!

En otras palabras, tienes que desarrollar la habilidad de vender algo para ganar dinero y poder comprar otras cosas o invertir. Algunas personas piensan que pueden aprender a hacer inversiones sin antes haber aprendido a vender. ¿Qué te parece? La regla de oro es que si queremos comprar algo, primero tenemos que vender alguna otra cosa para generar un ingreso que nos permita pagar por lo que queremos comprar.

A menos que siempre quieras pagar el precio más caro por todo lo que compres, desde propiedades, joyas etc, tienes que aprender a negociar un mejor precio, lo que implica vender una idea.



2. Sólo eres capaz de vender lo que tu autoestima te permite.

Algunas personas pueden generar en un mercado entre 50 y 60 mil dólares en ventas, otros pueden generar cientos de miles y otros pueden generar millones de dólares dentro de ese mismo mercado. ¿Cuál es la diferencia?

Esto lo he venido diciendo desde hace mucho tiempo… Si tu energía, autoestima y confianza en ti mismo están en un nivel bajo, nunca serás capaz de pedir más de lo que tu energía lo permita. El 99.999% del juego de las ventas está en tu cabeza, no en los prospectos. En algún momento tienes que hacer lo necesario para aumentar tu fortaleza emocional así como mejorar tu imagen ante ti mismo. De otra forma lo que sucede es que te conviertes en el tipo de persona que simplemente se conforma con menos. Algunas personas incluso se vuelven aparentemente agresivas cuando lo que realmente están haciendo es compensar su falta de autoestima.

¡Trabaja para corregir este aspecto de tu vida! Puedes lograrlo con sólo practicar unos minutos diariamente.


3. Debes practicar con el método de prueba y error una y otra vez para que cuando te enfrentes a una situación difícil en la vida real puedas sobreponerte fácilmente. 

Recuerda que bajo presión, la emoción sube y la inteligencia baja. Así que al simular los peores escenarios, objeciones y demás, puedes elevar tu confianza para que cuando llegue el momento de la verdad puedas salir victorioso.



4. El mejor vendedor en cualquier negocio debe ser el propio dueño.

Si el dueño de un negocio no puede vender, entonces no hay negocio. Vender la misión del negocio a los empleados, inversionistas, banqueros, vendedores y clientes es algo en que el dueño del negocio debe ser exitoso. De lo contrario, atraerá talento mediocre, malos clientes, vendedores titubeantes y ningún inversionista. Durante años he visto a mucha gente talentosa perseguir sus sueños creando una empresa. Aquellos que han tenido éxito tienen algo en común. Tienen la capacidad de vender en forma masiva. Puedes contratar más gente para que venda por ti, pero tú necesitas ser el mejor vendedor en tu propio negocio.

Así que si deseas aventurarte en el cuadrante de los negocios “D”, te sugiero que aprendas a vender antes de siquiera comenzar a desarrollar tu plan de negocios. No caigas en el error de creer que puedes alcanzar el éxito solamente por haber tenido una buena idea, por comprar buena tecnología o por tener un buen equipo contable. Muchos grandes negocios se han construido usando tecnologías mediocres e ideas poco brillantes pero NUNCA sin grandes vendedores. Tienes que aprender a vender y llegar a ser bueno en ello.

En una conferencia se preguntó cuantos de los asistentes habían hecho ventas de puerta en puerta anteriormente. De 200 personas, solamente 15 o 20 levantaron la mano. Este grupo representaba a las empresas más importantes y a los dueños de negocios que había en el seminario.


5. ¡La venta más difícil es la que te haces a ti mismo de tu propia persona!

¿Cuántas veces me has escuchado decir esto? La pregunta es, ¿para ti, el valor de tu propia persona y de tus propias ideas es alto o bajo? ¿Te auto justificas con frecuencia? ¿Careces de la confianza suficiente para tener éxito, ser respetado o incluso para ser tomado en serio? En pocas palabras, ¿Te comprarías a ti mismo? Si la respuesta es titubeante, comienza a practicar AHORA y aprende a vender.

Robert Kiyosaki fue más allá al decir que venderte a ti mismo una nueva forma de pensamiento es un pre-requisito para establecer un nuevo comportamiento que produzca mejores resultados. La mayoría de las personas quieren saber qué es lo que deben HACER para obtener mejores resultados. Esto nunca funciona. Primero debes aprender a PENSAR diferente para poder hacer algo de forma diferente.

Mira, lo más probable es que ya sepas qué es lo que DEBES HACER. El problema radica en HACERLO. ¿Por qué? Por que aún no te has vendido a ti mismo una nueva forma de pensar. A veces nos da miedo abandonar los viejos patrones o pararnos en un terreno desconocido donde lo único que nos puede sacar adelante es nuestra habilidad para vendernos a nosotros mismos nuestras propias ideas.



6. La inteligencia y las ventas aumentan bajo presión.

Esta es la premisa en la que se basa toda nuestra enseñanza y aprendizaje, además de ser un requisito para ser exitoso en los puntos anteriores (1-5). La forma en que la naturaleza funciona es que bajo presión, todo tiende a crecer, mejorar o evolucionar. Cuando hay ausencia de presión todo se desmorona. Tienes que ponerte a ti mismo bajo presión y dejar la comodidad para que puedas crecer. 


Sin duda este es un tema muy importante, elimina esta "limitante" y consigue y compra todo lo que deseas!! ...en los otros post encontrarás muchas más información.



"Si quieres comprar cualquier cosa, primero tendrás que vender algo"

~Blair Singer~


¡Sé Libre!


sábado, 10 de agosto de 2013

RESUMEN - LAS 7 LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO

La mente universal es la coreógrafa de todo lo que sucede en miles de millones de galaxias y hace su trabajo con una precisión exquisita y con una inteligencia inquebrantable. Su inteligencia es máxima y suprema e impregna cada fibra de la existencia: desde la más pequeña hasta la más grande, desde el átomo hasta el cosmos. Todo lo que vive es expresión de esta inteligencia. Y esta inteligencia actúa a través de las siete leyes espirituales.

Si miramos cualquiera de las células del cuerpo humano, a través de su funcionamiento veremos la expresión de estas leyes. Cada célula, sea del estómago, del corazón o del cerebro, se origina en la ley de la potencialidad pura. El ADN es el ejemplo perfecto de la potencialidad pura; en realidad, es la expresión material de ella. El mismo ADN que hay en todas las células del cuerpo, se expresa de diferentes maneras para cumplir los requisitos particulares de cada una.

Cada célula opera además a través de la ley del dar. Una célula vive y permanece sana cuando está en estado de equilibrio. Este estado es de realización y armonía, pero se mantiene a través de un constante dar y recibir. Cada célula da y apoya a las demás, y a cambio recibe alimento de ellas. La célula permanece en estado de flujo dinámico, el cual jamás se interrumpe. En realidad, el flujo es la esencia misma de la vida de la célula. Y solamente manteniendo este flujo de dar puede la célula recibir y, por tanto, continuar con su existencia vibrante.

Las células ejecutan con suma perfección la ley del karma, porque incorporada en su inteligencia está la respuesta más apropiada, precisa y oportuna para cada situación que se presenta.

Las células también ejecutan con suma perfección la ley del menor esfuerzo: cumplen su trabajo con tranquila eficiencia, en un estado de sosegada vigilancia.

Por medio de la ley de la intención y el deseo, cada intención de cada célula utiliza el infinito poder organizador de la inteligencia de la naturaleza. Hasta una intención simple como la de metabolizar una molécula de azúcar desencadena inmediatamente una sinfonía de sucesos en el cuerpo para secretar las cantidades exactas de hormonas en el momento preciso, a fin de convertir la molécula de azúcar en pura energía creativa.

Desde luego, cada célula expresa la ley del desapego. No se aferra al resultado de sus intenciones. No duda ni tropieza porque su comportamiento es función de una conciencia centrada en la vida y en el momento presente.

Cada célula también expresa la ley del Dharma. Debe descubrir su propia fuente, el yo superior; debe servir a sus congéneres y expresar su talento único. Las células del corazón, del estómago, del sistema inmune, todas se originan en el yo superior, el campo de la potencialidad pura. Y como están directamente enlazadas con ese computador cósmico, pueden expresar sus talentos únicos con toda facilidad y conciencia atemporal. Sólo expresando sus talentos únicos pueden mantener tanto su propia integridad como la de todo el cuerpo. El diálogo interno de cada una de las células del cuerpo humano es: "¿Cómo puedo ayudar?" Las células del corazón desean ayudar a las células del sistema inmune, y éstas desean ayudar a las del estómago y a las de los pulmones, y las células del cerebro se dedican a escuchar y ayudar a todas las demás. Cada una de las células del cuerpo humano tiene solamente una función: ayudar a todas las demás.


Observando el comportamiento de las células de nuestro cuerpo, podemos ver la expresión más extraordinaria y eficiente de las siete leyes espirituales. Ésa es la genialidad de la inteligencia de la naturaleza. Son los pensamientos de Dios; lo demás son sólo detalles.

Las siete leyes espirituales del éxito son principios poderosos que nos ayudarán a alcanzar el dominio de nosotros mismos. Si prestamos atención a estas leyes y ponemos en práctica los ejercicios propuestos en este libro, veremos que podremos hacer realidad cualquier cosa que deseemos - toda la abundancia, todo el dinero y todo el éxito que deseemos. También veremos que nuestra vida se volverá más alegre y próspera en todo sentido, porque estas leyes también son las leyes espirituales de la vida, aquéllas que hacen que vivir valga la pena.

Existe una secuencia natural para aplicar estas leyes en la vida diaria, la cual puede ayudarnos a recordarlas. La ley de la potencialidad pura se experimenta por medio del silencio, de la meditación, del hábito de no juzgar, de la comunión con la naturaleza, pero es activada por la ley del dar. El principio consiste en aprender a dar lo que se busca. Así es como uno activa la ley de la potencialidad pura. Si buscamos abundancia, demos abundancia; si buscamos dinero, demos dinero; si buscamos amor, aprecio y afecto, aprendamos a dar amor, aprecio y afecto.
Por medio de nuestros actos en la ley del dar, activamos la ley del karma. Si creamos un buen karma, éste nos facilitará todo en la vida. Notaremos que no necesitamos mayor esfuerzo para satisfacer nuestros deseos, lo cual nos lleva automáticamente a comprender la ley del menor esfuerzo. Cuando todo ocurra con facilidad y sin esfuerzo, y todos nuestros deseos se cumplan sin cesar, espontáneamente comenzaremos a comprender la ley de la intención y el deseo. Cuando nuestros deseos se cumplan sin esfuerzo, nos será fácil practicar la ley del desapego.
Por último, cuando comencemos a comprender todas estas leyes, comenzaremos a concentrarnos en nuestro verdadero propósito en la vida, lo cual lleva a la ley del dharma. A través del uso de esta ley, expresando nuestros talentos únicos y satisfaciendo las necesidades de los otros seres humanos, empezaremos a crear lo que deseemos, cuando lo deseemos. Nos volveremos despreocupados y alegres, y nuestra vida se convertirá en la expresión de un amor sin límites.


Somos los viajeros de una travesía cósmica -polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y los torbellinos del infinito. La vida es eterna, pero las expresiones de la vida son efímeras, momentáneas, transitorias. Siddharta Gautama, el Buda, fundador del budismo, dijo una vez:
Esta existencia nuestra es tan transitoria como las nubes del otoño.
Observar el nacimiento y la muerte de los seres es como mirar los movimientos de una danza. Una vida es como un relámpago en el cielo, que se desliza veloz como un torrente por la pendiente de una montaña.
Nos hemos detenido momentáneamente para encontrarnos unos a otros, para conocernos, amarnos y compartir.

Este es un momento precioso, pero transitorio. Es un pequeño paréntesis en la eternidad. Si compartimos con cariño, alegría y amor, crearemos abundancia y alegría para todos. Y entonces este momento habrá valido la pena.

Nota: si deseas el resumen de cada ley, dale un clic a los enlaces para ingresar, éxitos!

















"Quisiera conocer los pensamientos de Dios... lo demás son detalles"
~Albert Einstein~



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lunes, 5 de agosto de 2013

L7 - LA LEY DEL "DHARMA" O PROPÓSITO EN LA VIDA

Todo el mundo tiene un propósito en la vida... un don único o talento especial para ofrecer a los demás. Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas.




El Dharma es una palabra sánscrita que significa "propósito en la vida".
Cada uno de nosotros tiene un talento único y una única manera de expresarlo. También unas necesidades únicas. Cuando estas necesidades se unen con la expresión creativa de nuestro talento, se produce la chispa que crea la abundancia. El expresar nuestros talentos para satisfacer necesidades CREA RIQUEZA Y ABUNDANCIA SIN LIMITES.

La Ley del Dharma tiene tres componentes:

El primero es la CERTEZA de que cada uno de nosotros está aquí para descubrir su verdadero yo, su yo espiritual.- No somos seres humanos que pueden tener experiencias espirituales, sino por el contrario Somos seres espirituales que ocasionalmente tienen experiencias humanas. El campo de la potencialidad pura no es otra cosa que la divinidad en su esencia. La divinidad adopta la forma humana para cumplir un propósito.

El segundo componente es LA EXPRESIÓN DE NUESTRO TALENTO ÚNICO, cada uno de nosotros lo tiene, incluso más de uno. Eso quiere decir que hay algo que podemos hacer y una manera de hacerlo (la nuestra). Que es mejor que la de cualquier otra persona en este planeta. Cuando estamos conectados con esa actividad (Que es nuestra expresión mejor) hasta el tiempo deja de existir.

El tercer componente: es el SERVICIO A LA HUMANIDAD, cuando combinamos la capacidad de expresar nuestro talento de único con el servicio a la humanidad, estamos ejerciendo a pleno el propósito de la vida. La pregunta correcta es ¿Cómo puedo ayudar? Y NUNCA ¿Qué gano yo con todo esto? entonces utilizaremos nuestros talentos únicos para atender a las necesidades de nuestro prójimo.

Por último, cabe una pregunta querido lector: ¿Qué harías tú si no tuvieras que preocuparte por el dinero, si dispusieras de todo el dinero y todo el tiempo del mundo? La respuesta a esa pregunta debería ser: "haría lo mismo que estoy haciendo ahora".


CÓMO APLICAR LA LEY DEL "DHARMA" O PROPÓSITO EN LA VIDA
Pondré a funcionar la ley del dharma comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Hoy cultivaré con amor al dios en embrión que reside en el fondo de mi alma. Prestaré atención al espíritu interior que anima tanto a mi cuerpo como a mi mente. Despertaré a esa quietud profunda del interior de mi corazón. Mantendré la conciencia del ser atemporal y eterno, en medio de la experiencia limitada por el tiempo.
  2. Haré una lista de mis talentos únicos. Después haré una lista de las cosas que me encanta hacer cuando estoy expresando mis talentos únicos. Cuando expreso mis talentos únicos y los utilizo en servicio de la humanidad, pierdo la noción del tiempo y produzco abundancia tanto en mi vida como en la vida de los demás.
  3. Todos los días me preguntaré: "¿Cómo puedo servir?" y "¿Cómo puedo ayudar?" Las respuestas a estas preguntas me permitirán ayudar y servir con amor a los demás seres humanos.



Cuando trabajas, eres como una flauta a través de cuyo corazón el susurro de las horas se convierte en música... ¿Y qué es trabajar con amor? Es tejer una tela con hilos sacados de tu corazón, como si tu amado fuese a vestirse con esa tela...


¡Sé Libre!


sábado, 3 de agosto de 2013

L6 - LA LEY DEL DESAPEGO

La sabiduría de la incertidumbre reside en el desapego... en la sabiduría de la incertidumbre reside la liberación del pasado, de lo conocido, que es la prisión del condicionamiento anterior.
Y en nuestro deseo de ir hacia lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos entregamos a la mente creativa, que orquesta la danza del universo.



Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado.
Esta renuncia se basa en que el apego a algo es una demostración del temor a perderlo. Y así como nuestros deseos se cumplen, si lo que hay en nosotros es temor a perder lo que tenemos, seguro que lo perderemos.
El apego a las cosas es sinónimo de segura pobreza, pues nos lleva tarde o temprano, a la desesperación, esto nos hace perder la concentración de nuestra atención, se disuelven las intenciones y acabamos por perderlo todo.

El desapego es sinónimo de riqueza, el cual no obstaculiza la Ley de la intención y el deseo, es decir la fijación de metas. SIEMPRE DEBEMOS TENER UNA META, pero entre el punto de inicio y el punto de alcance de esa meta, hay infinitas posibilidades, y si nos APEGAMOS podremos cambiar de dirección en cualquier momento, si es que en el camino vimos una posibilidad mejor o un ideal más elevado. ESO ES EVOLUCION.

Siguiendo este principio no forzaremos la solución de los problemas, cada problema que se presenta es LA OPORTUNIDAD de algún beneficio. Si nuestra intención está abierta a las posibilidades, encontraremos la oportunidad justa y la solución aparecerá espontáneamente, la gente llama a esto "buena suerte".- La buena suerte no es otra cosa que la unión del estado de preparación con la oportunidad. Cuando los dos se
mezclan con una ATENTA VIGILANCIA de los hechos por nuestra parte, surge una solución que nos trae BENEFICIO Y EVOLUCIÓN.


CÓMO APLICAR LA LEY DEL DESAPEGO
Pondré a funcionar la ley del desapego comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Hoy me comprometeré con el desapego. Me permitiré y les permitiré a los que me rodean la libertad de ser como somos. No impondré tercamente mi opinión de cómo deben ser las cosas. No forzaré las soluciones de los problemas, y, por tanto, no crearé con eso otros nuevos. Participaré en todo con absoluto desprendimiento.
  2. Hoy convertiré a la incertidumbre en un elemento esencial de mi experiencia. Y gracias a esa disponibilidad para aceptar la incertidumbre, las soluciones surgirán espontánea mente de los problemas, de la confusión, del desorden y del caos. Cuanto más inciertas parezcan las cosas, más seguro me sentiré porque la incertidumbre es el camino hacia la libertad. Por medio de la sabiduría de la incertidumbre, encontraré mi seguridad.
  3. Penetraré en el campo de todas las posibilidades y esperaré la emoción que tiene lugar cuando me mantengo abierto a una infinidad de alternativas. Cuando entre en el campo de todas las posibilidades, experimentaré todo el regocijo, la aventura, la magia y el misterio de la vida.


"Como dos aves doradas posadas en el mismo árbol, el ego y el yo, íntimos amigos, viven en el mismo cuerpo. El primero come los frutos dulces y amargos del árbol de la vida., mientras que el segundo observa con indiferencia"

¡Sé Libre!


jueves, 1 de agosto de 2013

L5 - LA LEY DE LA INTENCIÓN Y EL DESEO

Inminente en toda intención y en todo deseo está el mecanismo para su realización... la intención y el deseo en el campo de la potencialidad pura tienen un infinito poder organizador.
Y cuando introducimos una intención en el suelo fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros ese infinito poder organizador.



Esta ley se basa en el hecho de que la energía y la información existen en todas partes en la naturaleza. En efecto, a nivel del campo cuántico solamente hay energía e información. Campo cuántico es sólo otra manera de denominar el campo de la conciencia pura o de la potencialidad pura. Y en este campo cuántico influyen la intención y el deseo.

Podemos aprovechar en nuestro beneficio esa energía e información porque además contamos con una enorme ventaja sobre otras manifestaciones naturales: tenemos conciencia. Y al disponer de un sistema nervioso que hace flexible a nuestra conciencia podemos cambiar conscientemente el contenido de energía e información de nuestro cuerpo cuántico y hacer que trabaje en función de nuestros deseos. Esto se logra a través de dos cualidades: LA ATENCIÓN Y LA INTENCIÓN. 

LA ATENCIÓN da energía y la intención, transforma. LA INTENCIÓN es el verdadero poder detrás del deseo. Es muy poderosa porque es deseo sin apego al resultado. EL DESEO solo es algo débil, LA INTENCIÓN es desear respetando estrictamente las Leyes de la Naturaleza, en especial la que Chopra denomina Ley del Desapego (que se analiza más adelante) La intención combinada con el desapego nos otorga una conciencia del momento presente. De este modo su eficacia es máxima, mientras la intención mira hacia el futuro, la atención está en el presente. Y esa intención de futuro entonces se cumplirá, porque el futuro se crea en el presente.

El futuro lo podemos crear a través de la intención desapegada, pero nunca debemos luchar contra el presente. La intención focalizada es la atención que no se separa de su propósito. Significa mantener la atención centrada en el resultado que buscamos con un propósito tan firme e inflexible que ningún obstáculo disipe la concentración de nuestra atención.


CÓMO APLICAR LA LEY DE LA INTENCIÓN Y EL DESEO
Pondré a funcionar la ley de la intención y el deseo comprometiéndome a hacer lo siguiente:
  1. Haré una lista de todos mis deseos, y la llevaré a donde quiera que vaya. Miraré la lista antes de entrar en mi silencio y mi meditación. La miraré antes de dormir por la noche. La miraré al despertar por la mañana.
  2. Liberaré esta lista de mis deseos y la entregaré al seno de la creación, confiando en que cuando parezca que las cosas no están saliendo bien, hay una razón, y en que el plan cósmico tiene para mí unos designios mucho más importantes que los que yo he concebido.
  3. Recordaré practicar la conciencia del momento presente en todos mis actos. No permitiré que los obstáculos consuman o disipen la concentración de mi atención en el momento presente. Aceptaré el presente tal como es, y proyectaré el futuro a través de mis intenciones y mis deseos más profundos y queridos.


"En el principio era el deseo, primera semilla de la mente; los sabios, habiendo meditado en su corazón, descubrieron por su sabiduría la conexión entre lo existente y lo inexistente."

¡Sé Libre!